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¿Cómo combinar los colores en el hogar?

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A la hora de amueblar su casa, una de las principales preocupaciones es la combinación de colores. La elección del color es, sin duda, una cuestión subjetiva, pero transmite sensaciones objetivas concretas. Por otra parte, cada color tiene su propio significado y cada tono da una atmósfera diferente.  Además, hay que tener en cuenta que algunos colores son más propensos a ser utilizados en determinados entornos y otros no.
 
Por lo tanto, para evitar vivir en una casa desarmónica y ópticamente caótica, es aconsejable seguir una combinación de colores que pueda dar una imagen agradable al entorno.

 

El círculo de Itten

¿Conoce el círculo de Itten? Bueno, si no lo estás, te explicaré lo que es.
 
Se trata de una herramienta inventada por el pintor y diseñador suizo Johannes Itten, muy útil para crear una buena armonía entre diferentes tonos. El círculo cromático está formado por un triángulo central en el que se destacan los tres colores primarios: rojo, amarillo y azul y de cuya fusión se obtienen los colores secundarios, colocados alrededor del triángulo principal. En la parte más externa, hay un círculo formado por colores terciarios, la combinación de un color primario y otro secundario.
 
Básicamente, según este esquema, tienes que hacer coincidir los colores complementarios, es decir, los que están diagonalmente opuestos (amarillo - morado; azul - naranja; rojo - verde).
 
Otro punto fundamental para combinar los colores es su temperatura. Hay colores cálidos que dan sensación de calidez y se obtienen con una mayoría de amarillo o rojo, y colores fríos que recuerdan al agua, obtenidos con el azul. De nuevo, esto requiere una combinación de tonos cálidos que complementen a los fríos.
 
No hay que olvidar el blanco y el negro, que no son realmente colores, sino matices, y que se utilizan para crear distintas tonalidades de un determinado color.
 

Cada espacio de mobiliario tiene su propia lógica y esquema de colores.

Además de los gustos personales y las combinaciones de colores complementarias, también hay que tener en cuenta la estructura de la habitación y su funcionalidad. De hecho, el color es un excelente aliado para transformar visualmente los espacios.  Por ejemplo, una habitación pequeña prefiere colores claros que den luminosidad y amplíen ópticamente la estancia. Por el contrario, para hacer más íntimo un espacio grande, hay que optar por un color oscuro para la pared del fondo y colores claros en las demás paredes.
 
En un dormitorio, lugar de descanso, es mejor elegir colores relajantes y suaves como el verde, los tonos azules y el morado. En la cocina, en cambio, puedes experimentar con colores más vivos, mientras que en un estudio es mejor optar por un color que estimule la concentración, como el blanco.
 
El salón, en cambio, no tiene un color especialmente adecuado. La zona de estar es donde nos relajamos, donde recibimos a los invitados y donde jugamos con nuestros hijos. El consejo es no exagerar con colores vivos en las paredes, sino optar por tonos neutros como el blanco, el gris paloma o el beige, y dejarse llevar por elementos de decoración más vivos.
 
En cuanto al baño, los colores más adecuados para esta zona son el blanco, que recuerda la pureza y la limpieza, y los tonos azules y verdes, que recuerdan el agua y la naturaleza.
 
Básicamente, para que un ambiente sea armonioso es necesario que haya un equilibrio entre los colores de fondo (paredes y suelo) y los del mobiliario: si los muebles y el mobiliario tienen colores vivos, es mejor optar por una pared blanca, beige, gris paloma o gris, y un suelo de parqué, gres porcelánico o mármol blanco. En cambio, si la decoración es minimalista, puedes animar la habitación apostando por paredes de colores vivos, papel pintado, mosaicos, etc. Ten cuidado de no mezclar demasiados colores y dibujos.
 
 
 
Para simplificar la elección de los colores y estar seguro del resultado, basta con seguir la regla de los tres colores: el 60% de la escena se caracteriza por un color, el predominante, que podemos definir como el color primario; el 30% se caracteriza por un segundo tono y el 10% restante por un color de acento que sirve para reducir la distracción del fondo.